Un municipio limpio no se hereda, se construye
Desde hace algún tiempo aprendí que la salud de una comunidad no siempre se mide por estadísticas ni por reportes. Muchas veces se mide en silencio, en lo que miramos todos los días y en lo que decidimos permitir o transformar. Porque la higiene y el saneamiento no son solo tareas son responsabilidad compartida, son respeto a la vida. No hace falta ir lejos para entenderlo, basta con caminar cualquier barrio de nuestro municipio. Ver a niños regresando de la escuela esquivando charcos de agua estancada. Ver a madre y padres protegiendo a su familia mientras pasan por microvertederos que no deberían existir.
Leer más