“No bañarse ni lavar platos si hay rayos”
“No te bañes ni laves platos cuando hay una tormenta eléctrica”, así lo advirtieron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), que explicaron que “es mejor evitar todo tipo de contacto con agua durante una tormenta eléctrica”.
“No te duches, ni te bañes, ni laves los platos, ni te laves las manos”, explicaron, basándose en un informe del Servicio Meteorológico Nacional.
Según la advertencia, el peligro potencial comienza cuando la tormenta está a menos de 16 kilómetros de una persona.
Destacaron que no hay que ignorar el sonido de la tormenta, “porque donde hay un trueno, hay un rayo, y un rayo puede matar o causar daño de la forma menos esperada. Eso incluye cuando estás en la ducha, en la bañera o incluso lavando los platos”.
Dado que los rayos pueden viajar a través de las tuberías, “es mejor evitar todo tipo de agua durante una tormenta eléctrica”, señalaron los CDC.
“El riesgo que un rayo atraviese las tuberías puede ser menor con las de plástico que con las de metal. Sin embargo, es mejor evitar cualquier contacto con las tuberías y el agua corriente durante una tormenta eléctrica para reducir el riesgo de ser golpeado por un rayo”, añadieron.
Sin embargo, aclararon que ese no es el único peligro bajo techo.
“Mantente alejado de los porches y balcones, no te acerques a las ventanas o puertas, y NO te acuestes ni te apoyes en suelos de concreto”, continuó la la agencia.
Además, “NO utilizar nada conectado a una toma de corriente, como computadoras u otros equipos electrónicos.
“Alejarse de los teléfonos con cable”, agregaron los CDC, qué aclararon que “los teléfonos celulares y los inalámbricos son seguros”, siempre que “no estén conectados a una toma de corriente a través de un cargador”.
Un trueno se produce cuando cae un rayo al calentar el aire”, explicó el Servicio Meteorológico Nacional.
“Inmediatamente después del destello, el aire se enfría y se contrae rápidamente. Esta rápida expansión y contracción (crean) la onda sonora que se oye cómo trueno”.
Los rayos pueden ser letales de muchas maneras. Según los CDC, un impacto directo suele ser mortal, pero pueden producirse lesiones como traumatismos, lesiones cutáneas y quemaduras, así como daños cerebrales, musculares y oculares, por tocar un auto o un objeto metálico alcanzado por un rayo.
La corriente también puede viajar por el suelo, rebotar en una persona u objeto, o incluso salir despedida de objetos cercanos al suelo.
Según los CDC, la mayoría de las muertes y lesiones se producen cuando la gente está en el exterior, en especial durante los meses de verano, por la tarde y la noche.
Unas 180 personas al año resultan heridas por un rayo, y el 10% de las personas alcanzadas por un rayo pierde la vida en Estados Unidos.