Estadounidenses pesimistas sobre perspectivas para su país en 2023
Un año marcado por incertidumbre económica, turbulencia política y tasas más altas de desempleo y delincuencia, es la sombría perspectiva para Estados Unidos, según un sondeo de opinión en línea, realizado por la encuestadora Gallup, del 5 al 19 de diciembre a 1800 adultos estadounidenses a nivel nacional.
La mayoría de los encuestados pronosticó condiciones negativas en 12 de las 13 áreas económicas, políticas, sociales e internacionales sobre las que se les preguntó.
“Los estadounidenses están recibiendo el 2023 con gran escepticismo y pocas expectativas de que las luchas económicas que cerraron el 2022 disminuyan”, informó Gallup en un comunicado.
Aproximadamente ocho de cada 10 encuestados dijeron que 2023 será un año de dificultades económicas, con impuestos más altos y un déficit presupuestario creciente. En opinión de más de seis de cada 10 pesquisados, los precios subirán a un ritmo elevado y que el mercado de valores caerá el próximo año.
En cuanto a la tasa de desempleo, que se situó en el 3,7 por ciento en noviembre, el sondeo puso de relieve que poco más de la mitad predijo que hará más paro en 2023. Además, el 56 por ciento de los consultados cree que habrá muchas huelgas de los sindicatos.
Los investigadores también encontraron que el 72 por ciento de los estadounidenses aseguró que la tasa de criminalidad aumentará este año.
Aunque los estadounidenses ven en general un panorama pesimista para este año, esto se dividió en líneas partidarias, con los demócratas más optimistas que sus contrapartes republicanas, un fenómeno típico para los partidarios del partido del presidente en funciones.
Más allá de las fronteras de la nación, los estadounidenses por un amplio margen esperan otro año de tensiones internacionales, y la mayoría cree que el poder de Estados Unidos en el mundo disminuirá mientras que el de China aumentará.
Estos resultados confirman otros obtenidos en una encuesta en noviembre, cuando el 43 % de los estadounidenses dijo que su situación financiera familiar era peor que hacía dos años, cuando asumió el cargo el presidente Joe Biden.
En julio, el mandatario, restando importancia a la tasa de inflación, que había alcanzado entonces su máximo punto en los últimos 40 años, dijo que su gobierno va por el camino correcto.
