Continúa apoyo mundial a presidente de Brasil ante intento golpista
El intento de golpe de estado neofascista contra el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, continúa hoy recibiendo el rechazo de líderes y pueblos del mundo.
Este domingo, mientras el mandatario se encontraba en una comunidad de Sao Paulo, miles de seguidores del exgobernante Jair Bolsonaro, de tendencia ultraderechista, invadieron las sedes del Congreso Nacional, la Corte Suprema y el Palacio del Planalto, en esta capital federal.
De inmediato que se conoció la noticia, comenzaron a recibirse en el gigante sudamericano mensajes de repudio de presidentes latinoamericanos y de otros continentes.
El mandatario de Cuba, Miguel Díaz-Canel, fue uno de los primeros en condenar las acciones golpistas y en expresar el respaldo y solidaridad a Lula da Silva y su gobierno.
De igual manera, su similar argentino, Alberto Fernández, manifestó su repulsa e instó a países de la región a defender al líder del Partido de los Trabajadores.
Mientras el dignatario de Chile, Gabriel Boric, calificó como un cobarde y vil ataque a la democracia la invasión a las sedes de los tres poderes del Estado de Brasil, su homólogo de Venezuela, Nicolás Maduro, rechazó la violencia generada por grupos neofascistas de este país.
Semejante posición adoptaron sus pares de Ecuador, Uruguay y Colombia, Guillermo Lasso, Luis Lacalle y Gustavo Petro, respectivamente; el dignatario de México, Andrés Manuel López Obrador, y su par dominicano, Luis Abinader.
Los gobiernos de Costa Rica, Paraguay, Panamá y Nicaragua también declararon su desacuerdo con la intentona golpista.
El apoyo a Lula da Silva también llegó desde Estados Unidos y naciones de otros continentes.
El presidente francés, Emmanuel Macron, reclamó respeto para la voluntad del pueblo brasileño, en tanto el jefe de Estado y de Gobierno de Angola, João Lourenço, calificó de deplorables dichas manifestaciones.
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y ONU-Brasil, entre otros organismos, repudiaron las acciones desestabilizadoras de la derecha.