Declaran emergencia en ciudades brasileñas tras inundaciones
Más de 7.700 familias están sin hogar y desplazadas. Lula sobrevoló las zonas afectadas y se reunió este domingo con las autoridades locales.
Un vendaval de fuertes lluvias caídas sobre Maranhão, norte de Brasil en las últimas semanas han dejado al menos a 7.700 familias sin hogar y desplazadas, así como han afectado a más de 35.000 familias, y obligado a declarar emergencia en 64 localidades, conoció este domingo el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Este domingo el propio Lula sobrevoló las zonas afectadas en la ciudad de Trizidela do Vale, una de las más afectadas por las lluvias, y posteriormente visitó el barrio de Bacabal y se reunió con alcaldes y autoridades locales.
El mandatario estuvo acompañado en su recorrido por los ministros Flávio Dino (Justicia), quien fue gobernador del estado, Alexandre Padilha (Relaciones Institucionales), Paulo Pimenta (Comunicación Social), Waldez Góes (Integración y Desarrollo Regional) y Luiz Marinho (Trabajo).
Las lluvias en Maranhão ya dejaron seis muertos, según el Departamento de Bomberos del Estado. Los bomberos estiman que 35.894 familias se han visto afectadas hasta el momento. De estos, 7.757 están sin hogar y desplazados.
El mandatario brasileño defendió la coordinación entre los gobiernos federal, estatal y municipal en apoyo a los afectados por las lluvias:“Queremos demostrar que no es posible que triunfe este país si no hay una combinación entre alcaldes, entre gobernadores y entre el presidente de la República”, afirmó.
En ese mismo sentido apuntó que “Tenemos que cuidar a las personas que fueron víctimas. La gente pide un colchón, la gente pide bombonas de gas, la gente pide cualquier cosa para darle un poco de comodidad, algo que puede hacer el gobierno”.
El estado viene experimentando fuertes lluvias desde marzo, las cuales se han intensificado en los últimos días, provocando desbordes de ríos, inundaciones y derrumbes.
La ciudad de Alto Alegre do Pindaré, a 219 kilómetros de São Luiz, quedó aislada y bajo el agua, lo que obligó a los habitantes a utilizar canoas para desplazarse por las calles. La ciudad de Pinheiro, a 333 kilómetros de la capital de Maranhão, también quedó completamente aislada debido a la crecida del río Pericumã.