Contra la Chapucería

Quizás la primera chapucería en la que se puede incurrir sea irrespetar la jornada laboral y el contenido que esta encierra. Tiene tanto valor para una persona, su familia y la sociedad cumplir con las exigencias del empleo que de manera permanente deberíamos evaluar cuán útil resulta cada quien en su puesto de trabajo.

Una elemental observación periodística a paso de caminante permite constatar un sinnúmero de irregularidades en servicios públicos de la vida cotidiana que atentan contra la normalidad, y utilizo el vocablo así, sin el adjetivo de nueva para no encubrir ineficiencias, desidias, esfuerzos menores…

En tiempos de carencias y galopante inflación el tema de los precios representa la mayor preocupación para el ciudadano común. Por ello causa disgusto colocarse frente a tarimas de mercados agropecuarios y a carretillas ubicadas en las calles y notar cómo productos con diferencia en calidad se venden por el mismo valor. ¿Será que nunca vamos a tomar en cuenta la existencia de categorías? ¿Dónde queda el respeto al cliente?

Andar Cumanayagua obliga en algún momento llegar a establecimientos donde expenden alimentos y duele ver que la pizza que hoy un compramos a un precio, mañana vuelves al mismo lugar y por el simple hecho de decir doble queso sube su valor y cuando nos percatamos es el mismo producto o quizás con menos queso.

A eso se le agrega que la buena relación calidad-precio, pues para cumplir con este precepto hay que adicionar detalles esenciales para brindar un servicio óptimo, digamos una mejor presentación del producto, acompañado de un agradable trato de los dependientes.

La premisa planteada propone resistir a partir de una creación que propicie el desarrollo pasito a pasito. Y esa batalla habrá que ganarla todos los días en cada lugar. No con justificaciones. Sí con la voluntad de eliminar las muchas chapucerías presentes. Las autoridades locales tendrán que encontrar soluciones, alternativas. No podemos conformarnos con ver desbordados los micro-vertederos de desechos sólidos, y la explicación solo sea: “no hay combustible”.