Banano con cocaína, ¿Noboa?

Recuerdo que poco antes de las más recientes elecciones presidenciales en Ecuador, el líder indígena Leónidas Iza llamó a votar contra la derecha, lo cual, por tardío, no benefició en nada al correísmo frente al luego electo Daniel Noboa, un autodenominado centroizquierdista apoyado por todo el espectro de la reacción.

En aquel entonces, el dirigente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) expuso claramente que “todos conocen que la droga sale de Ecuador en las cajas de banano (plátano), pero nadie hace nada”, hasta que hace unos días, ante una denuncia suya, la Policía Nacional incautó 293 kilogramos de droga que estaban ocultos dentro de las cajas de la fruta destinadas a la exportación hacia Rotterdam, Holanda. 

Los canes de la Unidad Nacional Canina (CRAC), llamados ‘Chester’ y ‘Bob’, alertaron sobre la contaminación con droga, lo que llevó a la inspección minuciosa de los contenedores. En el interior de los cartones de banano, se encontraron 6 101 envolturas de cocaína, camufladas en las tapas de la base de cada cartón. Sólo se detuvo a una persona de poca monta y no se comprobó la participación de la empresa Noboa Trading Co., del clan familiar a la que pertenece el actual mandatario ecuatoriano.

MILLONARIOS CON MILLONARIAS DEUDAS

Tres generaciones le tomaron al clan Noboa posicionarse como una de las familias más millonarias del país. Sin embargo, detrás del levantamiento de sus empresas se encuentran las deudas en firme con el Servicio de Rentas Internas (SRI), ya que la Exportadora Bananera Noboa S.A. registra más de 88 millones de dólares al efecto.

Hoy en día, el representante legal de la bananera es Roberto Ponce Noboa, primo del empresario y seis veces fracasado candidato presidencial, Álvaro Noboa, padre del actual mandatario.

Los problemas de adeudamiento del Grupo Noboa son una cadena de años atrás. El 21 de octubre del 2011, el exdirector del SRI, Carlos Marx Carrasco informó que la Bananera tenía una deuda fraudulenta de 146 millones de dólares.

Un día después del anuncio, el director jurídico de Bananera Noboa, Fernando Alarcón, aseguró que la empresa no estaba en quiebra y seguiría normalmente con sus actividades, pero en mayo del 2913, en el gobierno de Rafael Correa, el Estado embargó la Hacienda Clementina (propiedad del Grupo Noboa), por una deuda de 102,3 millones de dólares.

El remate de la hacienda constituyó una enorme caída para su imperio y planteó al SRI una nueva propuesta de pago, sin embargo, la institución rechazó su alternativa porque no era concreta.

Radio La Calle afirmó que antes de inscribir su candidatura Daniel Noboa fue accionista de Industrial Molinera C.A. (empresa de su familia), que tiene como beneficiarios finales a sociedades ubicadas en Bahamas y Panamá.

Noboa encabezó la lista de candidatos con divisas, valoradas en más de tres millones de dólares, pero en su declaración ni siquiera estaba el registro de un automóvil ni su casa ubicada en Santa Elena con un valor de más de un millón.

PODER ECONÓMICO

El origen del poder económico de los Noboa se remonta a tres generaciones, en donde Luis Noboa Naranjo inició un imperio. El empresario nació en una familia modesta de Ambato, hijo de un odontólogo y una costurera.

El gerente bancario Víctor Estrada le ofreció ser accionista minoritario en “Comandando S.A”, dedicada a la importación y representación de empresas norteamericanas. Esta alianza fue la catapulta de su triunfo, pues su fortuna despegó con la exportación de arroz.

Durante la década de los 50 exportó banano para la Standard Fruit Company, una transnacional estadounidense que llegó al país debido a problemas con sus plantaciones en Panamá. En aquel tiempo, las exportaciones de banano eran apenas del 4%.

Noboa empezó a exportar banano por cuenta propia a Europa y otros lados del mundo. Luego adquirió la concesión de la marca Quaker Oats y compró Molinos Poultier, así surgió la Industrial Molinera y la Exportadora Bananera Noboa.

El patriarca de la fortuna murió en 1994 con dos millones de dólares de capital y dejó la herencia de su trabajo a su familia. No obstante, las empresas Noboa han estado envueltas en escándalos de deudas e incluso trabajo infantil. 

CLAN PRIVILEGIADO

En fin, la familia Noboa es un grupo que tiene enorme control sobre la economía, el cual, mantiene un patrimonio que, en muchos casos, “tiene orígenes en los privilegios coloniales”, según el sociólogo y analista David Suárez.

Ecuador tiene 302 grupos económicos, hasta el 2021, según Servicio de Rentas Internas, SRI. Entre los principales grupos económicos del país están grupos bancarios, importadores y distribuidores, transnacionales y grupos agroexportadores, donde se incluye la Familia Noboa.

Actualmente, el grupo se encuentra conformado por 141 integrantes: 4 de ellos son instituciones financieras, 17 personas naturales, 5 personas extranjeras, 119 sociedades nacionales, 15 sociedades extranjeras, 21 contribuyentes especiales, 6 grandes contribuyentes de importancia recaudatoria. Entre las principales empresas que conforman el Grupo Noboa son: Noboa Trading Co (la exportadora de banano), El Café, Industrial Molinera, Ferpacific, Generali Ecuador Compañía de Seguros e Industria Cartonera Ecuatoriana.

Anahí Macaroff, investigadora del Observatorio del Cambio Rural, recuerda que durante los años de la dictadura militar (1964 y 1976), la Bananera Noboa realizó una alianza con el gobierno para arrendar la flota ecuatoriana a precios bajos y con una subvención de petróleo, lo que benefició a sus exportaciones. 

Esta alianza para Macaroff, coincide con “el primer momento de gran crecimiento” de este grupo. De manera que, Bananera Noboa se convierte ya en esos años, en uno de los grupos económicos más grandes del país, pasando de tener el 16% del mercado de banano a tener el 48%. A su muerte, en 1994, Luis Noboa Naranjo tenía una fortuna calculada en 1 200 millones de dólares. 

En cada momento de gran crecimiento económico de estos grupos se han puesto en marcha factores como la evasión fiscal, a través de la gran cantidad de empresas en paraísos fiscales que es una forma de evasión fiscal y que está lejos de pensar que es un interés en el crecimiento estatal, si se evade y si se saca el dinero afuera.

El otro factor que ha contribuido en el crecimiento del grupo Noboa es “el no pago de sueldos dignos y el no pago de afiliación al Seguro Social de sus trabajadores”. Para Macaroff, las ganancias de estos grupos son lo suficientemente amplias que les permitirían generar empleo digno, “pero esto no sucede”. También añade que los niveles de industrialización y tecnificación de las empresas del Grupo Noboa son mínimos; es decir, no reinvierten en el país, lo que permite que sus ganancias se aseguran a través de la fuga de capitales.

ABUSOS

A esto suman, las denuncias sobre niños ecuatorianos de incluso ocho años de edad trabajan en los campos bananeros y en las empacadoras, donde están expuestos a pesticidas tóxicos y a otras condiciones laborales de falta de seguridad que violan sus derechos.

Así mismo, están las denuncias por despidos, amenazas incluso hacia la integridad física de los trabajadores de las plantaciones de banano que se intentan sindicalizar en sus haciendas o empresas. La Asociación Sindical de Trabajadores Agrícolas, Bananeros y Campesinos, ASTAC, asegura que existen trabajadores sin contratos ni afiliación o con subafiliación.

Al igual que trabajadores que no reciben el salario mínimo, que depende del número de cajas de banano empacadas o de superficie del campo bananero laborado, que se suma a las denuncias de afectaciones a la salud por las fumigaciones aéreas a los cultivos de banano y a las malas condiciones de trabajo.

Y todavía faltan datos exactos sobre la cantidad de cocaína que se transporta a Europa en las cajas de banano.

Por supuesto que el clan Noboa es uno de los entes sospechosos, pero nadie cree que será inculpado, y más ahora, con “Alvarito”, como le dicen cariñosamente a Daniel, como presidente.