Ecos del movimiento charanguero de Cienfuegos

El movimiento charanguero que tuvo la Perla del Sur alrededor de las décadas del 50 y 60 del pasado siglo, llegó a tener un impacto cultural muy importante. Sus ecos abarcaron tres regiones, Las Villas, Camagüey y La Habana, a partir de que varios músicos sureños se radicaran en diferentes urbes y continuaran desde allí la tradición charanguera que habían venido desarrollando desde Cienfuegos.

Entre los acontecimientos más importantes está la llegada a La Habana de la orquesta Aragón. Cada uno de sus músicos se convirtió en referente obligado para su instrumento. El propio Rafael Lay Apesteguía, apadrinó a muchas orquestas a lo largo del país, a las cuales brindó asesoramiento. Pero no solo serían ellos, hay que hablar también de Paulina Álvarez, nuestra Emperatriz del Danzonete; Enrique Lazaga, fiel continuador de esta tradición y figura emblemática; Felito Molina,que estuvo muy ligado a la orquesta de Barbarito Diez, otra charanga que aglutinó en la capital a varios músicos sureños como José Loyola Fernández, quien aprendió de su padre Efraín Loyola y posee actualmente su propia agrupación en la urbe capitalina, la Charanga de Oro.A Rafael Lay Bravo le ha tocado mantener viva a la más longeva de las charangas, la Aragón, y con ella el legado de su padre.

Foto: archivo de la autora.

Camagüey es otra plaza cultural importante relacionada con un grupo de destacados músicos cienfuegueros pertenecientes al movimiento charanguero. Entre ellos resaltan Filiberto Depestre Méndez, quien fuera violinista fundador y administrador de la Aragón. En la provincia agramontina se vincula a la orquesta Maravilla de Florida, que obtiene precisamente este nombre bajo la dirección de Depestre en 1959. Su hijo Pedro Depestre González (1945-2001) formó parte también de la nómina de la Aragón y luego se unió con su padre en la Maravilla de Florida, y pasa a ser su director en el año 1963. Fundó luego en Santiago de Cuba la orquesta Típica Juventud.

Eduardo Fernando Cabrera Santa Cruz (1939- 2021) y Orlando Rogelio Beltrán Brunett (1938-2020), luego de dejar la orquesta Revelación se unen a la orquesta Maravilla de Florida. Fernando Cabrera fue su director de 1975 a 1987. Orlando Beltrán dirigió la orquesta Bella Época, otra charanga. A esta agrupación estuvo ligado el flautista René Orlando Beltrán Borrell y su hermano Orlando Julio Beltrán Brunett, como violinista. También José Hernández Boza, hijo del conocido músico Laíto Sureda, todos de origen o descendientes de cienfuegueros vinculados al movimiento.

La ciudad de Santa Clara,capital de la antigua provincia de Las Villas y localidad cultural de importancia donde muchos artistas encontraban trabajo, albergó aimportantes músicos del movimiento charanguero sureño, como ejemplo la Orquesta Giomar Bogʼs fundada en 1949, en la que tocó Richard Egües antes de entrar en la Aragón; la charanga Armonía de Carlos (1953), que tuvo en su nómina a Cándido Vives (contrabajo) y Pastor Quesada (violín), ambos músicos nacidos en Cienfuegos y radicados luego en Santa Clara. La orquestaAliamén (1964), estuvo integrada por los músicos sureños Miguel Pinto, Pastor Quesada, Francisco Sánchez (Panchito), Víctor Julio Sánchez, Sixto Llorente (El Indio) y Mario Bernal, entre otros.Pastor Quesada llega a ser su director desde 1996 a 2002. También Sí Revelación (1966), tuvo a los cienfuegueros Francisco Thompson, en la flauta, y Cándido Vives, en el bajo.

Foto: tomada de internet

Hizo carrera en Santa Clara el violinista Silvio Duquezne Cabarroca, quien posteriormente regresó a su natal Perla del Sur y fundó la Charanga Cienfueguera, luego se radicó en La Habana y actualmente forma parte de la nómina de la Aragón. Otra de las voces de oro de las charangas en Cuba, es el también cienfueguero Sixto Llorente Terry, El Indio (1948-2021). José Loyola lo define como “un astro”. Fue el vocalista que precisó el sello sonoro de la Aliamén en su momento de máximo esplendor. En 1997 se instala en La Habana e integra la nómina de Manolito Simonet y su Trabuco (charanga ampliada) como vocalista. Desde 2013 hasta su fallecimiento, lideró el repertorio tradicional de la orquesta Aragón.

Es por eso que me atrevo a afirmar que no ha sido para nada efímero el legado de este movimiento en Cienfuegos. A partir de él y de los excelentes músicos, vocalistas y cultores que han estado asociados desde la fundación de la Aragón, se escribieron páginas muy significativas para la historia de la música en la Perla del Sur que debemos conocer, resguardar, valorar, reverenciar y aunar esfuerzos para mantener viva la tradición, que hoy defienden sus cultores en el Salón Minerva.

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