En la zafra azucarera todas las tareas son importantes

En Rodas, la Empresa Agroindustrial Azucarera 14 de julio posee un colectivo laboral estable y Yoerlis Rojas González es uno de sus trabajadores más jóvenes.

Un diálogo breve, sin interrumpir lo que hace, permite corroborar que en un central azucarero todas las acciones son imprescindibles.

“Ya hace como diez o doce días que estoy trabajando y me siento bien. Tengo 18 años y como me mudé hace poco para esta zona, decidí buscar trabajo aquí. Estoy en el trapiche y me gusta lo que hago”.

Quizás un poco escueto en las respuestas, pero atento para que no se acumulara cachaza en la rueda del molino, Yoerlis se detuvo ante la pregunta ¿Cómo te sientes en este central que es tan importante para Cuba?

“Yo me siento bien, me siento feliz”.

Junto a Rojas González, Talomi Javier es otro trapichero que, con 24 años de edad, elimina intensamente todo lo que pueda impedir el buen funcionamiento de su área de trabajo.

“Llevo un año trabajando aquí y haré todo por el país, ayudaré a que prospere”.

Ambos sonríen y conversan entre sí. Empujan el bagazo con fuerza; nada puede detener el rugir de las máquinas del primer central que muele en Cuba en esta zafra 2022- 2023.

NINGUNA FAENA ES MENOR CUANDO SE HABLA DE ZAFRA

En las áreas de la cooperativa Nicaragua Libre, Julio Alfonso Chávez lleva más de diez años; dice con orgullo y reafirma que siempre tiene trabajo porque “en la primavera siembro caña y chapeo, también hago mis labores con la guataca. Ahora en tiempo de zafra me dedico a recoger caña aquí de auxiliar de cosecha”.

¿Se siente usted beneficiado salarialmente?

“Sí, sí, sí, nosotros no salimos mal aquí, nos mantenemos bastante ‘nivelaíto’. Eso es por lo que corten las máquinas; yo cogí el año pasado casi cuatro mil, cuatro mil y piquito de pesos cogí el año pasado”.

¿Cada mes?

“No, a nosotros nos pagan quincenal. Este año debe ser seguro igual, porque a nosotros, es por lo que corten las combinadas”.

¿Cuál es el horario de trabajo suyo aquí?

“Venimos a las cinco y media pa’ aquí;a las seis pegamos más o menos y estamos hasta por la noche casi, cortando caña. Mientras vengan camiones, los llenamos y después nos vamos. Hasta las ocho, más o menos”.

¿Usted es de aquí mismo de la zona?

“Yo vivo ahí, al lado del rodeo, en Rodas”.

Entonces, ¿podemos decir que usted es un hombre de zafra?

“Toda la vida. En el tiempo de zafra y fuera de ese tiempo,porque también cojo una yunta de bueyes y trabajo también. Yo sé hacer de todo”.

Se acerca la combinada KTP. El camarógrafo de televisión espera para grabar el momento y esta periodista aguarda, igualmente, para dejar a Julio Alfonso Chávez estampado en una imagen.

¡Esta fue una jornada emotiva! En el central, Yoerlis y Talomi suman compromiso; al pie del surco, Julio que resalta por su sencillez y deseos de trabajar, regresa sonriente y—como es típico en esos lares azucarados— me extiende una caña sin cáscara y jugosa. “Para que no se vaya sin probarlas. Son muy dulces y dan buena azúcar”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

WP2Social Auto Publish Powered By : XYZScripts.com