Académicos cubanos rinden homenaje a Finlay
La Academia de Ciencias de Cuba recordará y elogiará hoy la obra del más ilustre de los científicos cubanos: Carlos J. Finlay, con una Oración que celebra la institución desde que la acordó en 1933.
El elogio estará a cargo de la doctora Nivian Montes de Oca Martínez, directora del Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria , situado en la vecina provincia de Mayabeque, en el Paraninfo de la ACC, en la calle Cuba 460, municipio capitalino de La Habana vieja.
Una representación de académicos, científicos y especialistas acudirá al encuentro por invitación oficial, informaron sus organizadores al referirse a la trascendencia del hecho, acordado en 1933 en ocasión del centenario de Finlay.
La decisión sobre el particular estuvo encaminada a celebrar en su honor, cada 3 de Diciembre, el Día de la Medicina Panamericana, en Cuba el Día de la Medicina Latinoamericana y del Trabajador de la Salud, con vistas a rememorar su ejemplar trayectoria en varios sectores de la ciencia y la tecnología.
El 14 de agosto de 1881presentó en la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, el camagüeyano Carlos Juan Finlay de Barres (1833-1915) su tesis sobre el mosquito hembra como trasmisor de la fiebre amarilla, actual Aedes Aegypti, y elaboró un plan antivector para erradicar la enfermedad.
Aunque figuró entre los seis microbiólogos más célebres de la historia, nunca recibió el Premio Nobel que conceden en varias especialidades la Real Academia Sueca de Ciencias y otras instituciones.
Esto último ocurrió a pesar a ser propuesto en siete ocasiones durante el período de 1905 a 1915.
Sin embargo, en 1975 la UNESCO lo incluyó entre los expertos más destacados de la historia en esa disciplina, junto a Anton van Leeuwenhoek (Holanda (1632 -1723), fabricante de microscopios, y Louis Pasteur (Francia, 1822-1895), autor de la técnica conocida por pasteurización.
La lista la integró también Heinrich Hermann Robert Koch (Alemania, 1843-1910), descubridor del bacilo de la tuberculosis; y a Ilya Ilyich Mechnikov (Ucrania, 1845-1916), quien formuló la teoría sobre la capacidad del cuerpo humano para resistir y vencer las enfermedades infecciosas y estudios relacionados con la sífilis.
Por último, contempló a Alexander Fleming (Escocia, 1881–1955), el primero en observar los efectos antibióticos de la penicilina.
Solo seis años después, el 25 de mayo de 1981, la UNESCO adjudicó, por primera vez, el Premio Internacional que lleva su nombre, en aras de reconocer avances en la Microbiología.