La indigencia en EEUU se mantiene como antes de la pandemia

Un campamento de personas sin hogar en Los Ángeles, California, el 14 de diciembre de 2022.Mario Tama/Getty Images / Gettyimages.ru

El gobierno de Joe Biden aumentará sus esfuerzos para ayudar a las personas que duermen en veredas, carpas y autos de Estados Unidos, según anunció el lunes después de que un nuevo reporte federal confirmara lo que es evidente para la gente en muchas ciudades: la indigencia persiste pese a los redoblados esfuerzos locales.

Los conteos exigidos por el gobierno federal en todo el país contabilizaron unas 582.000 personas sin hogar -una cifra que deja fuera a algunas personas y no incluye a las que se alojan con amigos o familiares porque no tienen su propia casa-, según el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de Estados Unidos (HUD, por sus siglas en inglés).

Es casi el mismo número que en el estudio de principios de 2020, justo antes del duro golpe de la pandemia de coronavirus en Estados Unidos. La cifra ha subido en unas 2.000 personas, un incremento de menos del 1%.

El gobierno aspira a reducirlo en casi un 25% para 2025.

“Mi plan ofrece una hoja de ruta no sólo para alojar a la gente, sino también para asegurar que tienen acceso al apoyo, los servicios y los ingresos que les permiten prosperar”, dijo Biden en un comunicado.

El protocolo 2022 Todos Dentro presentado el lunes sigue a un esfuerzo de 2010 llamado Puertas Abiertas, y que fue la primera estrategia global del país para prevenir y poner fin a la indigencia.

Ann Oliva, directora general de la Alianza Nacional para Poner Fin a la Indigencia y exejecutiva del HUD que trabajó en el primer protocolo, dijo que el gobierno federal puede influir en acciones locales con incentivos financieros, procesos agilizados y políticas firmes.

La indigencia entre veteranos, por ejemplo, se ha desplomado como resultado de la iniciativa federal, explicó, y el país también ha hecho avances entre los jóvenes.

“Lo que intentamos hacer aquí es mostrar, como gobierno federal, que vamos a trabajar entre agencias, vamos a derribar barreras de comunicación, vamos a liderar en igualdad, vamos a hablar sobre prevención y trabajar en estos asuntos”, dijo Oliva.

El plan federal señala disparidades raciales y de otra índole que han provocado desigualdad en la indigencia. Pretende ampliar la oferta de vivienda asequible y mejorar formas de impedir que la gente se queden sin hogar en un principio.

Entre las posibles opciones hay una campaña para instar a más caseros a aceptar cupones de arrendamiento del gobierno y fomentar que los gobiernos locales construyan más complejos de apartamentos asequibles para familias trabajadoras.

El gobierno también anunció un programa para que varias agencias federales trabajen con funcionarios locales para reducir el número de personas sin techo fuera de albergues en algunas ciudades, que no fueron identificadas por el momento.

La indigencia se ha convertido en un tema importante de campaña, especialmente en las mayores ciudades del país y en la Costa Oeste. La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, declaró el estado de emergencia poco después de asumir el cargo este mes. El alcalde de Nueva York, Eric Adams, anunció el mes pasado un plan para atender a personas con enfermedades mentales y sacarlas de calles e instalaciones del metro, incluso contra su voluntad.

El sondeo de este año reflejaba el efecto de tendencias opuestas. La pandemia supuso la pérdida de muchos empleos, especialmente entre personas de bajos ingresos, y subió los precios del alquiler. Pero también provocó una moratoria de desahucios y ayuda federal temporal, como créditos fiscales, que ayudaron a mantener a la gente bajo techo.

El estudio reveló que la indigencia había bajado entre veteranos, familias, niños y adultos jóvenes. Pero había más gente durmiendo en lugares que no estaban pensados para residir, en lugar de albergues, y había más gente que llevaba más de un año sin hogar. Las personas negras seguían teniendo probabilidades desproporcionadas de vivir sin techo.

El nuevo conteo era muy esperado porque el estudio de 2021 quedó incompleto debido a la pandemia. El estudio de este año, sin embargo, no había sudo aún un retorno a la normalidad. Aunque las encuestas suelen hacerse a finales de enero, muchas fueron retrasadas a febrero o marzo por la pandemia. Los reportes locales combinados en el estudio nacional mostraban que las cifras habían subido en algunos lugares y remitido en otros.

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