Plásticos a la deriva

Instituciones y medios de comunicación de todo el mundo llaman la sobre el daño que los plásticos, por su larga durabilidad y resistencia a la degradación, causan a los ecosistemas.

Según datos de la ONU, más de 400 millones de toneladas de plástico se producen en el mundo cada año, de los cuales la mitad se conciben para una vida útil de un solo uso. Menos del 10% se recicla. Se estima que entre 19 y 23 millones de toneladas de estos desechos   terminan cada año en lagos, ríos y mares. Su degradación puede tardar hasta 1000 años.

Expertos han declarado como insostenible el uso del plástico. Pese a los esfuerzos por reciclar, gran parte de recipientes y todo tipo de objetos finaliza su vida útil en vertederos o en cualquier otro sitio sin control ni tratamiento ambiental que impacta directamente en millones de seres en todo el planeta.

Asimismo, los microplásticos (partículas plásticas cuyo diámetro es inferior a 5 mm) invaden los alimentos, el agua e incluso el aire. Los productos plásticos de un solo uso que resultan desechados o quemados no solamente perjudican a la salud humana y la biodiversidad, sino que igualmente contaminan todo tipo de ecosistemas, desde los picos de montaña hasta el lecho marino, informa el sitio oficial de la ONU.

Una investigación realizada por la organización 5 Gyres Institute y publicada en la revista Plos One en marzo de este año, alerta que al menos 170 billones de partículas de plástico se encuentran en los oceános, con un peso combinado de aproximadamente 2 millones de toneladas.

Los científicos descubrieron un aumento sin precedentes de la contaminación por plásticos y pidieron que se redujera su producción. «La limpieza es inútil», advierten si se sigue vertiendo el material al medio ambiente al ritmo actual.

Once mil 777 muestras de plásticos que flotaban en los océanos fueron analizadas para crear una serie cronológica mundial que calculara los recuentos promedio y la masa de microplásticos que hay en la capa superficial del océano. Además, relacionaron los datos con las disposiciones políticas internacionales destinadas a reducir la contaminación por plásticos con el fin de evaluar su eficacia.

Una evaluación de las tendencias del plástico presente en los océanos que se registraron entre 1979 y 2019, permitió al equipo de investigadores observar un rápido aumento de la contaminación en los mares.  El Dr. Marcus Eriksen, cofundador de 5 Gyres Institute, comentó que ese crecimiento exponencial de microplásticos en los océanos de todo el planeta «constituye una dura advertencia de que debemos actuar de inmediato a escala mundial, dejar de centrarnos en la limpieza y el reciclaje, y dar paso a una era en la que las empresas asuman la responsabilidad de toda la vida de los objetos que fabrican. (… ) Es hora de abordar el problema del plástico desde su origen».

Apenas dos semanas atrás, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), publicó un informe que enumera una serie de prácticas y políticas concretas para combatir la contaminación por plásticos. La “hoja de ruta” muestra un camino para que gobiernos y empresas reduzcan este tipo de polución en un 80% hasta 2040 a partir de cambios profundos en sus planes de acción y en los mercados utilizando las tecnologías existentes.

El documento Cerrando el grifo: cómo el mundo puede acabar con la contaminación por plásticos y crear una economía circular, aboga por fomentar la reutilización, el reciclaje y reorientar y diversificar los materiales utilizados como envoltorios.

Naciones Unidas asegura que el cambio a una economía circular supondría un ahorro de 1,27 billones de dólares, teniendo en cuenta los costes y los ingresos por reciclaje. Otros 3,25 billones de dólares se ahorrarían gracias a factores externos como la mejora de la salud y el clima, la disminución de la contaminación atmosférica y la degradación de los ecosistemas marinos y los costes relacionados con litigios.

De otra parte, esta transformación supondría un aumento neto de 700.000 puestos de trabajo, sobre todo en los países de renta baja, lo que mejoraría significativamente los medios de subsistencia de millones de trabajadores en entornos informales.

El cálculo de los costes de inversión para el cambio sistémico recomendado arroja que serían significativos, pero inferiores al gasto: 65.000 millones de dólares al año frente a 113.000 millones.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

WP2Social Auto Publish Powered By : XYZScripts.com