Los ricos alimentos ultraprocesados

Sí, son deliciosos, es verdad. Sus recetas equilibran sabores a la perfección, pero detrás se esconde un intenso proceso industrial e ingredientes elaborados con muchos químicos para que logren perdurar o para aportarle ese lindo color o aroma irresistible.

Postres de todo tipo, polvos para sopa, purés o refrescos, la lista es inmensa. Están presentes en nuestras vidas con tremenda fuerza y a veces no tenemos cómo evadirlas porque las alternativas no son muy abundantes, o son caras o poco atractivas.

En ocasiones en las etiquetas se lee la palabra natural para creernos que están bien, pero es posible que de esa característica le quede poco, nada, o que sus bondades se pierdan entre un sinfín de componentes. Y aunque mucho se investiga y se divulgan sus perjuicios, no hay forma de decirlo de otro modo: los alimentos demasiado industriales no son sanos para nuestra salud, sobre todo cuando se consumen con frecuencia. Es más, se asocia al riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer y otras enfermedades como diabetes, y al alto índice de diabetes y obesidad que existe hoy en el mundo.

Un pedacito, un día, no le hace daño a nadie, el problema es comerlo constantemente. Y no es dramatismo, si nos ponemos exigentes y evaluamos comportamiento más de uno tendrá que admitir que se pasa en la cuota de lo que puede considerarse saludable.

Pensemos en la siguiente hipótesis: unas galletas con mantequilla en el desayuno, unos Pelly y un refresco gaseado de cola en la merienda, en el almuerzo una sopa instantánea, por la tarde un pan con salchicha con un refresco Zuko, y en la noche una comida cualquiera con condimento Maggi más papas prefritas, además de algunos caramelos durante todo el día. Parece poco, pero no es insignificante, entre todos aportan muchísimo sodio, azúcar, y grasas refinadas de mala calidad.

Cada uno de los productos altamente procesados posee tanta carga sintética en su formulación que prácticamente se pueden considerar artificiales porque contienen poco o ningún alimento entero, mientras en su lista de elementos mencionan conservantes, estabilizantes, emulsionantes, disolventes, aglutinantes, edulcorantes, y resaltadores sensoriales, entre otras sustancias.
Estos términos deberían llamarnos la atención porque sin dudas responden a procesos químicos, por tanto poseen escaso valor nutricional, y, por si fuera poco, están diseñados para crear adicción.

Es imposible que nuestros organismos se mantengan intactos si consumimos tanto químico en lugar de alimento fresco. Y es cierto que la vida va deprisa y a veces creemos que la mejor salida es cocinar menos y en sustitución buscar lo más expedito en esas opciones. Sin embargo, es preocupante que conociendo que el saldo para la salud es nefasto, la tendencia sea consumirlos cada vez más.

Reiteramos, no es que sea determinante, pero los científicos afirman que aportan al deterioro de nuestros cuerpos. Sin dudas, además del tabaquismo, la falta de ejercicio, y las influencias ambientales, es la comida la que nos está matando poco a poco.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

WP2Social Auto Publish Powered By : XYZScripts.com