Explotación infantil en USA: No solo los niños migrantes

Algunas autoridades norteamericanas se han quejado de que la entrada al país de más de 200 000 niños migrantes sin la compañía de sus padres hace urgir nuevamente el problema de la explotación infantil, pero esto es sólo una pequeña parte de la verdad.

Gente inescrupulosa, incluso dentro del ámbito oficial, se aprovecha de esta situación de vulnerabilidad, con el fin de conseguir una mano de obra barata, no sindicalizada, que sea una víctima fácil de abusos, incluso sexuales, para sobrevivir, al encontrarse sin familiares que la proteja.

Cuenta el “objetivo” The New York Times que un niño de 14 años se quedó dormido y estuvo a punto de ser herido por una máquina de cortar carne en el lugar donde trabajaba ilegalmente, pero que otro de 13 sufrió quemaduras graves a causa de los productos de limpieza.
        
CNN precisó que ello ocurrió en uno de los predios atendidos por Hackers Sanitación Cervices Inc., uno de los mayores proveedores de saneamiento de seguridad alimentaria en EE.UU. Así, según una cifra conocida, empleó a 31 jóvenes de entre 13 y 17 años para trabajar en la industria cárnica como Cargill y JBS USA en todo Minnesota y Nebraska.

Se afirma que el trabajo infantil esta prohibido en Estados Unidos, pero, además de que hay estados que incluso legislan para que se admita, las infracciones se han desatado últimamente.

Algunas empresas muy conocidas, marcas de renombre de cara al consumidor, fueron sorprendidas empleando a menores para trabajos agotadores en condiciones peligrosas. La escasez de mano de obra lleva a muchos empresarios a violar leyes que prohíben la contratación de menores de edad.

Han hecho inútiles las declaraciones de que “el trabajo infantil es una cuestión que afecta de lleno a lo que somos como país y a lo que queremos ser”, según la secretaria de Trabajo en funciones, Julie Su, quien agregó: “Al igual que el presidente, creemos que cualquier niño que trabaje en un entorno peligroso o arriesgado es demasiado”.

En muchos de estos casos, se trata de hijos de inmigrantes recientes que trabajan excesivamente en condiciones difíciles, explicó Jordán Abra, subsecretario adjunto de la Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo durante el gobierno de Obama. “Aquí se amontona lo vulnerable sobre lo vulnerable”, añadió Abra.

Investigadores del Departamento de Trabajo consideraron que el uso de mano de obra infantil por la empresa PSSI en ocho estados era “sistémico” y “claramente [indicaba] un fallo de toda la empresa”. Los adultos que reclutaron, contrataron y supervisaron a los menores, dijeron, “trataron de descarrilar nuestros esfuerzos para investigar sus prácticas de empleo”.

Pero hasta ahora todo ese esfuerzo es inútil en el país más rico del mundo, y en numerosos estados se violan sistemáticamente las leyes que prohíben el trabajo infantil, el cual sigue aumentando y ya tiene visos que no tienen nada que envidiar, cuando se admitían públicamente hace años.

LO MÁS SORPRENDENTE

En 1906, un anciano jefe amerindio visitó Nueva York por primera vez. Tenía curiosidad por la ciudad y la ciudad estaba interesada en él. Un reportero de una revista le preguntó al jefe amerindio qué fue lo que más le sorprendió de sus viajes a la ciudad.” Los pequeños niños que trabajan”, respondió.

El trabajo infantil podría haber sorprendido a este extranjero, pero era demasiado común en ese momento en un Estados Unidos urbanos e industriales (y en las granjas donde había sido común durante mucho tiempo). Luego, la ley y la práctica casi lo hicieron desaparecer, por lo cual su reaparición, en abundancia, provocó conmoción e incredulidad.

“Pero será mejor que nos acostumbremos, porque el trabajo infantil está volviendo. Un número asombroso de cargos electos están realizando esfuerzos concertados (The New York Times, 4 de junio del 2023) para debilitar o derogar leyes que han impedido durante mucho tiempo (o al menos han reducido seriamente) la posibilidad de explotar a los niños y niñas”.

La cantidad de niños que trabajan en Estados Unidos aumentó en un 37 % entre 2015 y 2022. En los últimos dos años, 14 estados introdujeron o promulgaron leyes que revocan las regulaciones que rigen la cantidad de horas que los niños pueden trabajar, reducen las restricciones al trabajo peligroso y legalizan los salarios mínimos para los jóvenes.

El estado de Iowa ahora permite que los jóvenes de 14 años laboren en lavanderías industriales. A la edad de 16 años, pueden aceptar trabajos en los sectores de techado, construcción, excavación y demolición y pueden utilizar maquinaria motorizada. Los jóvenes de 14 años pueden incluso hacerlo de noche, y a partir de los 15 años son admitidos en cadenas de montaje.

INJUSTIFICABLE

Legisladores dan justificaciones absurdas para estas desviaciones de las prácticas establecidas desde hace mucho tiempo. El trabajo, dicen, alejará a los niños de los ordenadores, videojuegos o televisión. O privará al gobierno del poder de dictar lo que los niños pueden o no hacer, dejando a los padres el control, una afirmación que ya se ha convertido en una fantasía por los esfuerzos para eliminar la legislación social protectora y permitir que los niños de hasta 14 años trabajen sin la autorización formal de los padres.

El Instituto Cato, un grupo de expertos de derecha, publicó “Un caso contra las prohibiciones del trabajo infantil”, argumentando que tales leyes sofocan las perspectivas de futuro de los niños pobres, especialmente los niños negros. 

La Fundación por Jovenmente Accountability [Fundación para la obligación del gobierno de rendir cuentas], un grupo de expertos financiado por una serie de donantes conservadores adinerados, incluida la familia De Vos [Betsy De Vos, Secretaria de Educación bajo la administración de Trump], ha encabezado los esfuerzos para debilitar las leyes de trabajo infantil, y Americans for Prosperity, la fundación multimillonaria de los hermanos Koch (muy involucrada en inversiones petroleras), se ha unido a ellos.

Estos ataques no se limitan a los estados republicanos como Iowa o los del Sur. California, Maine, Michigan, Minnesota y New Hampshire, así como Georgia y Ohio, también han sido objeto de este tipo de intervenciones. Durante los años de la pandemia, incluso Nueva Jersey aprobó una ley que aumentaba las horas de trabajo permitidas a los jóvenes de 16 a 18 años.

LA CRUDA VERDAD…

… es que el trabajo infantil da sus frutos y se está volviendo notablemente generalizado. Es un secreto a voces que las cadenas de comida rápida han empleado a trabajadores menores de edad durante años y solo consideran las multas ocasionales como parte del coste de funcionamiento. 

En Kentucky, niños y niñas de hasta 10 años han trabajado en dichos centros de restauración y los niños mayores han excedido los límites horarios prescritos por la ley. En Florida y Tennessee, los techadores ahora pueden tener 12.
Es un tema que, lamentablemente, se ha hecho inagotable y sobre el cual se seguirá escribiendo.

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