Una estampa de bahía, entre velas y mástiles
La bahía cienfueguera hoy mece sobre sus aguas a una embarcación peculiar. Pero desde el Malecón se ve muy lejos. Tendrá usted que acercarse hasta la calle 35 para apreciarlo mejor. Si los tiene, saque sus binoculares y podrá saltar la borda sin que nadie se entere, y casi tocar los mástiles y sus velas en reposo.
Esa joya de los mares tiene la estampa del Reino Unido de Inglaterra en su casco y se denomina Pelican of London (Pelícano de Londres), singular estructura de los llamados navíos Square Riggers, un tipología que comprende a los del género de velas, que lleva empinados esos vistosos largueros horizontales perpendiculares, cual agujas que van tejiendo el cielo a su paso por las bahías del planeta.
Y es que el Pelican está adscrito a la Adventure Under Sail, que constituye una pequeña organización benéfica con sede en Weymouth, situada en la costa sur del Reino Unido. Enarbola el rasgo de ser un barco escuela, que lleva usualmente a tripulantes con poca o ninguna experiencia previa en materia de navegación, en viajes de un día por ciudades costeras inglesas, de Irlanda, ínsulas europeas como Las Canarias y varios puertos del Caribe como el caso de Cienfuegos.
“Las personas y los grupos son bienvenidos a bordo del barco como miembros de la tripulación ‘aprendices’ y pueden participar en todos los aspectos de la navegación, desde tomar el timón para gobernar y escalar el aparejo, hasta hacer una guardia nocturna y fregar las cubiertas”, reza en el sitio web adventureundersail.com
Este colectivo tiene su apuesta en la juventud del mundo y busca el intercambio constante con ellos, los cuales se han beneficiado adquiriendo diversas habilidades desde el entorno marino.
Desde el estado europeo ponen en práctica un programa de entrenamiento de vela que implica aquellas tareas que incumben la seguridad a bordo; cómo salir y atracar el buque en el lugar adecuado, entre otras acciones que van desde usar de manera segura los arneses y ascender por el aparejo, hasta cómo ajustar y guardar velas, priorizando el trabajo en equipo, el liderazgo y la autoconfianza.
La forma descollante de su casco procede de los famosos clípers franceses (barcos alargados del siglo XIX), con una proa ensanchada, entrada y carrera finas. A su conjunto se ha agregado una cubierta de popa larga que brinda un espacio y una comodidad excepcionales que le permite operar en cualquier rincón del orbe.
Reconstruido en 1946, no pierda la oportunidad de apreciar esta hermosa embarcación mientras permanezca en la bahía, y si se pone de suerte, tal vez se encuentre por las calles de la ciudad a alguno de sus “filibusteros”, ávidos ya no de atracos ni botines sino de conocimiento e intercambio entre culturas.