El pan nuestro… ¿de cada día?

“¿Pan? Ahora dicen que los particulares no podemos venderlo, pero siempre hay quien se arriesga y lo hace”, nos dijo la dependienta de un punto de venta privado en el municipio habanero del Cerro el pasado 20 de agosto. Cuatro días antes, en el Grupo Temporal de Trabajo de La Habana se dio a conocer que existían problemas con la producción de este alimento de alta demanda, debido a atrasos en el arribo de trigo y harina al país, así como el elevado costo de los servicios marítimos en el mercado internacional.

En ese encuentro, el coordinador del Gobierno en la capital, Julio Martínez Roque, informó que, como consecuencia, solo se garantizaría “la canasta familiar normada, la población penal, y un nivel para Salud Pública, los niños sin amparo familiar, hogar de ancianos, hospitales psiquiátricos y el de la Cadena Cubana del Pan”, según refiere una nota publicada en el periódico Tribuna de La Habana.

Tras conocerse la situación con el demandado producto y ante la ausencia de información precisa y oportuna sobre el tema por parte de las entidades correspondientes, varias personas comentaron que se racionalizaría la venta de pan por grupos de edades, al tiempo que se prohibiría su comercialización por el sector no estatal. Por eso la dependienta aquel día nos dijo: “Parece que solo habrá el pan de la bodega, de las dietas, hospitales, pero nosotros no tenemos y no sabemos cuándo volvamos a venderlo”.

En ese sentido, el Ministerio de la Industria Alimentaria (MINAL) informó con posterioridad que “no hay afectaciones en la producción y distribución del pan de la canasta familiar normada y de la Cadena Cubana del Pan”. Sin embargo, la realidad es diferente. Llevar dicho alimento a la mesa se ha vuelto una odisea para los cubanos, una vez más.

Varios de los entrevistados para este reportaje y los lectores de Cubadebate coinciden en que, no solo es mala la calidad del producto, sino que, en ocasiones, no alcanzan a comprar la cuota de panes asignados por núcleo familiar en las bodegas, algo que debería estar “garantizado” según el MINAL.

No obstante, no parece haber tales “garantías”, al menos no en todos los territorios. Por ejemplo, Hermes Sánchez Veranes vive en el reparto Fraga en el municipio de La Lisa y allí, según este usuario nunca llega completo el pan de la canasta básica. “Todos los días se quedan varios núcleos sin pan. Tampoco se lo reponen al día siguiente y ya esto me ha sucedido dos veces”, comenta.

Alexander Ocho cuenta una historia similar a la de Hermes. En la panadería del Consejo Moderno en San Miguel del Padrón, la inestabilidad y calidad de la producción ha sido objeto de críticas y quejas a las autoridades. Lamentablemente, los problemas denunciados persisten.

“Actualmente, en solo tres días, de cinco, es posible adquirir el pan normado, a esto se suma la resistencia de algunos dependientes a reponer el faltante al día siguiente”, dijo Alexander. Este usuario se interroga: “¿Cómo es posible si se anuncia que la materia prima está garantizada?”, a lo que añade: “deja mucho que desear la calidad del producto y las condiciones higiénicas en que se distribuye y vende”.

Con el objetivo de aclarar las dudas de la población sobre el tema, el pasado 31 de agosto Cubadebate envió de manera formal un correo electrónico al departamento de comunicación del Ministerio de la Industria Alimentaria para solicitar entrevistas con directivos de la Cadena Cubana del Pan. Aunque se ha insistido en varias ocasiones, hasta el momento de escribir este reportaje, todavía “estaban tramitando la solicitud”. Mientras tanto, persiste el malestar en la población, y el pan se ve cada vez menos y cada vez más caro.

Si no hay harina… ¿subimos los precios?

Panaderia-Dulcería Pinos Pan. Abel Padrón Padilla/Cubadebate

En la panadería de venta liberada de Juan Delgado y Libertad, en el barrio capitalino de Santos Suárez, varias personas esperan la venta del pan. Algunos se sientan en la acera del establecimiento y otros se ubican cerca de la farmacia del frente para esperar su turno. Son las seis de la tarde de un sábado de septiembre. No todos los que allí se encuentran podrán llevarse a casa el ansiado producto: demasiada demanda para poca oferta, dicen.

Mientras hace la cola, Arnaldo Ramírez, de 54 años, señala: “Hoy vine a las dos de la madrugada, no pude coger pan y estuve ahí hasta tardísimo. A ver qué harán con la Cadena del Pan porque así no se puede”.

En ello coincide otra señora de 54 años: “El producto se acaba muy rápido porque es muy poco pan el que se produce”.

Por otro lado, los entrevistados denuncian que los revendedores amanecen en las panaderías y se llevan casi todo el producto. Un lector de Cubadebate llamado Sergio comentaba: “El pan de los punto particulares es de las panaderías estatales que elaboran el pan normado. ¿Cómo? Quitándole los productos al pan de la canasta básica, por eso no tiene el peso, ni grasa y se pone negro en 24 horas. Es un negocio lucrativo”.

Ello forma parte de la cadena de un fenómeno que parece no tener fin siempre que haya escasez. Una situación que se repite constantemente y a la que no se le ha puesto freno. ¿Y quién toma cartas en el asunto?

Es por eso que hoy, en un rápido recorrido por varias panaderías no estatales de La Habana, se puede comprobar que el precio de la bolsa de pan se eleva entre 150 y 200 pesos, al igual que los paquetes de galletas. Y lo peor es que sucede ante los ojos de los decisores. ¿Es la falta de harina y de trigo razón para elevar exorbitantemente los precios? 

No es un problema solo de La Habana

Cola en la panadería (Pinos Pan). Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate

La carencia de pan no es un hecho solo de La Habana, sino a nivel nacional. En la más oriental de las provincias del país, por ejemplo, también sucede lo mismo. Eglis Lee Henry cuenta que el pasado 20 de agosto en el punto de venta ubicado en Martí y el 10 Norte, no se vendió el producto.

“Las dependientas -que no tienen culpa de lo sucedido- explicaron que al otro día se vendería doble. Llegado el día 21 se vendió el pan sencillo y la distribución fue incompleta, entonces dijeron a la población que quien no haya cogido se lo darían triple, lo que nunca pasó”. Este es el clásico cuento de la serpiente que se muerde la cola.

Asimismo, días después de que el MINAL informara que no existían problemas en la producción de pan, en el programa televisivo “Santiago Hoy” se anunció que en la provincia de Santiago de Cuba solo había 0.5% de disponibilidad de harina, es decir, una cobertura de medio día. Pero los problemas no se detienen ahí.

El déficit de fluido eléctrico en la provincia, entre otras cuestiones, han contribuido a que exista atraso en la entrega diaria del pan a los consumidores, fundamentalmente en los distritos uno y cinco de ese territorio, según explicó en el programa Elizabeth Perera Segura, directora adjunta de la Empresa Provincial de la Industria Alimentaria.

Por otro lado, Perera Segura dijo que no existe ninguna prohibición para los trabajadores por cuenta propia que venden pizzas, panes y otros productos de harina.

Panaderia-Dulcería Pinos Pan. Abel Padrón Padilla/Cubadebate

El tema de la venta en negocios privados también ha dado mucho de qué hablar a los pobladores de Sancti Spíritus. En declaraciones ofrecidas al periódico Escambray, Ricardo García Hernández, coordinador de Programas y Objetivos, dijo que “no hay justificación para que los privados sigan subiendo el precio del paquete de galletas y la bolsa de pan”.

“El Gobierno Provincial de Sancti Spíritus no ha emitido resolución ni medida alguna que les prohíba a quienes hoy tienen patentes para elaborar estos productos venderlos según lo establecido. Se trata de comentarios que intentan manipular al pueblo para justificar en algunos casos el alza de los precios”.

Añadió que los trabajadores por cuenta propia o las mipymes sí deben poseer la documentación que certifique o avale la procedencia legal de la materia prima empleada en la confección de tales productos.

“Aquí no hemos hablado de prohibir nada, ni siquiera hemos restringido los precios, aunque llamamos la atención sobre algunos precios abusivos que hemos detectado en los últimos días con respecto a las galletas y el pan”, dijo.

Otra matriz de opinión que ha circulado en las redes sociales habla de problemas para garantizar el pan en los círculos infantiles y en las escuelas. No obstante, en una reciente Mesa Redonda, la ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez Cobiella, señaló que “hay garantía de merienda escolar para los estudiantes de secundaria básica que la consumen”.

Agregó que “también se garantizará el pan para los círculos infantiles, estudiantes internos, hogares de niños sin amparo familiar y los docentes de las villas de profesores de otros territorios”.

Hace unos días, al publicar la información del Ministerio de la Industria Alimentaria, un usuario de Cubadebate, escribió en nuestro sitio web: “¿Pan?, ¿qué es eso?”. Muchas dudas y preguntas aún quedan en el tintero. Mientras tanto, los organismos pertinentes no dan respuestas para dilucidar este complicado entuerto en el que se ha convertido, para la población, adquirir el pan nuestro de “cada día”.

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